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  Félix Peña

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  Revista Realidad Latinoamericana | Diciembre de 1983

Una respuesta latinoamericana a la crisis económica mundial


En 1983 se han puesto en evidencia los reales alcances de la crisis económica mundial y sus desvastadores efectos económicos y sociales en los países en desarrollo, y en particular en los países latinoamericanos. La Argentina ha tenido claras evidencias de los efectos de esa crisis en su propia economía. Ello ha conducido a su diplomacia a desempeñar un activo papel en los foros económicos multilaterales, junto con los países en desarrollo y con los latinoamericanos, para poner de relieve una situación que cuestiona seriamente las posibilidades de desarrollo de un número significativo de naciones y que, incluso, puede tener serios efectos en laestabilidad y. la paz mundial.

En Cartagena primero, cuando los países latinoamericanos se reunieron a principios de año, para preparar su posición con respecto a la VI UNCTAD, y luego en Buenos Aires, en ocasión de la V Reunión ministerial del Grupo de los 77, le cupo a nuestro país un papel protagónico en la definición de lo que luego se denominó la "Plataforma de Buenos Aires", en la que se plasma una propuesta del mundo en desarrollo para encarar, a través del diálogo y la concertación, conjuntamente con los países industrializados, la recuperación económica mundial y la solución de los problemas más de fondo y estructurales que en última instancia, explican la profundidad de la crisis. Esta posición se refleja en el accionar del mundo en desarrollo de la VI UNTAD, en Belgrado, donde nuestro país fue portavoz de las aspiraciones y planteamientos del Grupo de los 77 y enla que los resultados fueron decepcionantes por la incomprensión y dureza de la posiciòn de los países desarrollados.

LA crisis y la falta de respuesta adecuada a los planteamientos del mundo en desarrollo, han puesto de manifiesto la necesidad de redoblar los esfuerzos de acción conjunta latinoamericana para encarar el desarrollo de sus economìas y para acrecentar su capacidad de negociación internacional. Fiel a su tradicional postura ante la integración y la cooperación latinoamericana, y consciente del compromiso histórico con América Latina, que surge de la actitud de los pueblos de la región ante la agresión colonialista en las islas Malvinas, nuestro país ha respaldado con convicción, energía y entusiasmo, las iniciativas que se han planteado para articular una respuesta latinoamericana a la crisis mundial. Tal ha sido el caso con la iniciativa del presidente Osvaldo Hurtado, del Ecuador, que conduce al "Compromiso de Santo Domingo" y a la convocatoria para enero de 1984, de una Conferencia Económica Latinoamericana.

De la propuesta Hurtado a la Conferencia Económica Latinoamericana

En efecto, ante la gravedad de la crisis económica mundial, el presidente del Ecuador, Dr. Osvaldo Hurtado, solicitó a los Secretarios del Sistema Económico Latinoamericano (SELA) y la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), D. Carlos Alzamora, y D. Enrique Iglesias, respectivamente, la preparación de un conjunto de propuestas encaminadas a desarrollar la capacidad de respuesta de América Latina y el afianzamiento de sus sistemas de cooperación.

Esta iniciativa del presidente Hurtado, apoyada por los gobiernos latinoamericanos, condujo a concretar la convocatoria de la Conferencia Económica, Latinoamericana, que tendrá lugar en la ciudad de Quito, Ecuador, entre los días 9 y 14 de enero de 1984.

Ante la solicitud recibida, las Secretarías del SELA y la CEPAL, prepararon un documento de apoyo técnico, denominado "Bases para una respuesta de América Latina a la crisis económica internacional", así como una carta de presentación que contiene el planteamiento de fondo realizado en forma conjunta por ambos Secretarios.

El presidente Hurtado convocó a una reunión de representantes de Jefes de Estado y Gobierno de América Latina y el Caribe, que tuvo lugar en la ciudad de Quito, los días 16 y 17 de mayo ppdo., donde se hizo entrega de los documentos preparados por SELA-CEPAL. En el caso de nuestro país, fue designado representante personal del señor presidente de la Nación, el señor Subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, embajador D. Félix Peña, quien representó a nuestro país en todas las instancias que llevaron a la preparación, durante 1983, de la Conferencia de Quito. La importancia de los documentos requería un estudio de fondo por parte de los organismos técnicos y políticos de los distintos países, en vista de lo cual se decidió convocar a una reunión del mismo nivel, para efectuar un análisis de las propuestas allí contenidas.

Tal reunión tuvo lugar en Santo Domingo, República Dominicana, en los primeros días del mes de agosto pasado, con la asistencia, para su instalación, del propio presidente Hurtado. Como miembros de la Mesa fueron elegidos: Presidente: José A. Venga Imbert (Canciller de la República Dominicana); Vicepresidentes: Fernando Berrocal Soto (ministro de la Presidencia de Costa Rica); Manuel UIloa (senador del Perú); Neville Gallimore (ministro de Estado de la República de Jamaica); Relator: Félix Peña (subsecretario Relaciones Económicas Internacionales de Argentina).

Como consecuencia del debate sostenido entre las distintas delegaciones, se aprobó el "Compromiso de Santo Domingo". En este importante documento; los Representantes Personales de los Jefes de Estado entendieron - como urgente el desarrollo de acciones inmediatas y la realización de estudios técnicos y consultas políticas, orientadas a la adopción de un plan de acción conjunto frente a la emergencia económica que vive la región. Dicho plan debería concentrarse, fundamentalmente, en la promoción y fortalecimiento de la cooperación y de la integración regional; en el estímulo del comercio intrarregional; en el suministro de alimentos, combustibles y servicios; y en los problemas financieros y monetarios internacionales. Se decidió, además, que la Mesa se constituyera en Comité Preparatorio de la Conferencia y de Seguimiento del Compromiso de Santo Domingo, y que celebrara su primera reunión en Caracas, en oportunidad de realizarse el IX Consejo Latinoamericano.

La reunión de Caracas ratificó el concepto expresado en Santo Domingo, en relación a que la Conferencia es una instancia política para formular un programa de acción de América Latina frente a la crisis. Se decide en firme la fecha de realización y otros aspectos de tipo organizativo. Finalmente, en el aspecto sustancial se solicitó a los organismqs regionales y subregionales la elaboración de una serie de propuestas concretas para incorporarse al plan de acción, en base al programa de trabajo, cronograma y organización acordado por los organismos en la IV Reunión de los Organismos de Integración y Cooperación Económica de América Latina, celebrada en Antigua, Guatemala, del 22 al 24 de agosto de 1983, y que fuera convocada por el SELA.

Dichas propuestas debían presentarse en San José de Costa Rica en los primeros días de noviembre, en ocasión de una nueva reunión del Comité.

En San José, los días 4 y 5 de noviembre, los integrantes de la Mesa recibieron las exposiciones preparadas por los organismos con las propuestas por ellos elaboradas. Las mismas serán compaginadas y ordenadas por representantes del SELA y la CEPAL, en colaboración con el representante del presidente del Ecuador, embajador E. Santos Alvite y anticipadas, en forma orgánica, a los países participantes, en el transcurso de la Asamblea General de la OEA que se llevó a cabo en Washington.

Puede preverse una intensa actividad diplomática y técnica durante las semanas previas a la Conferencia, orientadas asegurar su éxito. Se descuenta la participación de todos los países latinoamericanos, quienes han sido invitados a hacerla a través de representantes personales de los Jefes de Estado y de Gobierno, con nivel ministerial. Se ha anticipado que en el caso de los países de la Mesa, e incluyendo por lo tanto a la Argentina, el presidente Hurtado invitará a los propios Jefes de Estado a hacerse presente en el cónclave latinoamericano de Quito.

La agenda formal de la Conferencia es la siguiente:

  1. Análisis de la situación económica internacional y regional, y de sus perspectivas;
  2. Formulación de un Plan de Acción Latinoamericano, para hacer frente a la emergencia de la regióri, con especial énfasis en los siguientes temas:
    a. Promoción y fortalecimiento de la integración y cooperación regionales;
    b. Estímulo del comercio intrarregional;
    c. Suminstro de alimentos, combustibles y servicios;
    d. Problemas financieros y monetarios internacionales.
  3. Recomendaciones y medidas para la ejecución del Plan de Acción.

El sentido político de la Conferencia Económica Latinoamericana

La conferencia de Quito será un hecho político con contenido económico. No se trata de una reunión técnica. Es la consecuencia lógica de un hecho político ya producido como es el "Compromiso de Santo Domingo". Por él, los países latinoamericanos se comprometieron a revertir una tendencia. En lugar de alimentar la crisis con su comportamiento concreto respecto a las relaciones económicas regionales, y que se traduce en un brusco deterioro del comercio intralatinoamericano, decidieron sustentarse en la cooperación y la integración regional para mejor encarar la crisis. Por ello, decidieron elaborar un plan de acción que permita movilizar energías, recursos, mercados, inteligencias e instituciones latinoamericanas, en un gigantesco esfuerzo de respuesta conjunta, al desafío de supervivencia nacional que significa, para muchos del nuestros países, el presente cuadro de situación económica mundial.

Durante 1983 se han efectuado todos los estudios técnicos necesarios para conformar el plan de acción de Quito. Las semanas previas a la Conferencia permitirán completar la preparación de propuestas realistas, que constituyan respuestas eficaces a la situación que se encara.

En enero de 1984, la Conferencia Económica Latinoamericana de Quito, constituirá la oportunidad política para el lanzamiento de ese pacto o alianza latino americana para el desarrollo, única respuesta racional posible a la crisis económica mundial.


Félix Peña es Director del Instituto de Comercio Internacional de la Fundación ICBC; Director de la Maestría en Relaciones Comerciales Internacionales de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF); Miembro del Comité Ejecutivo del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI). Miembro del Brains Trust del Evian Group. Ampliar trayectoria.

http://www.felixpena.com.ar | info@felixpena.com.ar


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