inicio | contacto | buscador | imprimir   
 
· Presentación
· Trayectoria
· Artículos y notas
· Newsletter (español)
· Newsletter (english)
· Radar Internacional
· Tesis de posgrado
· Programas de clase
· Sitios recomendados

Publicaciones
· Las crisis en el multilateralismo y en los acuerdos regionales
· Argentina y Brasil en
el sistema de relaciones internacionales
· Momentos y Perspectivas


  Félix Peña

ARTÍCULOS Y NOTAS DE PRENSA
2021 | 2020 | 2019 | 2018 | 2017 | 2016 | 2015 | 2014 | 2013
2012 | 2011 | 2010 | 2009 | 2008 | 2007 | 2006 | 2005 | 2004
2003 | 2002 | 2001 | 2000 | 1999 | 1998 | 1997 | 1996 | 1995
1994 | 1993 | 1992 | 1991 | 1990 a 1968
  Diario La Nación | 29 de marzo de 2011
Tiempo de explorar lecciones

La creación del Mercosur tuvo una fuerte impronta argentina. Al igual que en los casos de la Alalc (1960), la Aladi (1980) y la integración bilateral con Brasil (1985), nuestro país fue protagonista central en el impulso político y en el diseño de los instrumentos. Pero en todos ellos los acuerdos fundacionales fueron posibles especialmente por reflejar puntos de equilibrio entre visiones e intereses de Argentina y Brasil.

De allí que sea pertinente explorar con una perspectiva argentina, las lecciones a extraer de la experiencia acumulada en los veinte años de trayectoria del Mercosur. Tres por lo menos pueden resaltarse por la relevancia en su futuro.

  • La primera lección es que un espacio de integración entre países vecinos se construye gradualmente. Es una construcción compleja que lleva tiempo y que no recorre una trayectoria lineal. Esta, por el contrario, suele ser muy sinuosa y experimentar continuos retrocesos. A nivel nacional, tres factores inciden en tal construcción: el flujo constante -no esporádico- de oxígeno político de alto nivel; la calidad de la definición de los intereses nacionales -nutrida en una eficaz consulta entre todos los sectores gubernamentales y sociales potencialmente afectados por los resultados del proceso de integración-, y la efectividad de las reglas de juego que se pactan -medida por su impacto en las inversiones productivas-.

    A su vez, a nivel del conjunto de los países miembros, tal construcción mantiene su vigencia en la medida que en cada socio exista una percepción de ganancias mutuas y que, por lo tanto, los costos de impulsar la integración procurada, no superen los de su abandono -sin perjuicio que siempre existe la sutil opción de enviarla al carril de las irrelevancias-.
  • La segunda es que tal construcción no se realiza necesariamente según un diseño previo. Es más bien un traje a la medida. Los modelos teóricos y las experiencias de otras regiones pueden ser útiles. Pero no necesariamente incidieron en las negociaciones que condujeron al Mercosur y luego, a los principales instrumentos que han pautado su desarrollo. Es una construcción que requiere, además, continua adaptación a los constantes cambios en las realidades y, en especial, mucha capacidad de compromiso, paciencia y perseverancia. Se aplica la expresión de que la integración entre países vecinos no es cuestión de "soplar y hacer botellas". El problema es que no siempre los protagonistas involucrados suelen tenerlo así de claro.

  • Y la tercera lección a extraer de los veinte años de experiencia, es que el Mercosur no implica construir una alianza exclusiva y excluyente. Por el contrario, una clave de su eficacia y legitimidad social, es potenciar la capacidad de cada socio de aprovechar al máximo todas las oportunidades que detecte en el escenario global.

Pero la lección principal para la Argentina, es que la construcción del Mercosur requiere tener claro qué es lo que se quiere y se puede lograr desde una visión estratégica de largo plazo. Implica concertar constantemente dentro del país y con los protagonistas de los otros socios -y no sólo a nivel gubernamental- los respectivos intereses en juego.

Integrar países es un ejercicio continuo de tejer redes de intereses comunes. No se logra en un día ni en veinte años. Es una tarea que no tiene un producto final ni político ni económico. Y tampoco tiene un seguro contra el retroceso, el vaciamiento o el fracaso.


Félix Peña es Director del Instituto de Comercio Internacional de la Fundación ICBC; Director de la Maestría en Relaciones Comerciales Internacionales de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF); Miembro del Comité Ejecutivo del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI). Miembro del Brains Trust del Evian Group. Ampliar trayectoria.

http://www.felixpena.com.ar | info@felixpena.com.ar


Suscríbase al newsletter para recibir mensualmente un email con
los últimos artículos publicados en este sitio.


 

Regresar a la página anterior | Top de la página | Imprimir artículo

 
Diseño y producción: Rodrigo Silvosa